CITA CON LA HISTORIA 

Un día como hoy es asesinado el emperador Nerón 

Tal día como hoy 9 de junio del año 68, Nerón es forzado al suicidio, con ayuda de su secretario Epafrodito, que lo apuñaló.

Nerón Claudio César Augusto Germánico fue el último emperador romano de la dinastía Julio-Claudia, accediendo al poder tras la muerte de su tío Claudio, quien lo había adoptado y nombrado sucesor en detrimento de su propio hijo Británico.

Diplomática y militarmente su mandato está caracterizado por el éxito contra el Imperio Parto, la represión de la revuelta de los británicos y una mejora en las relaciones con Grecia.

El reinado de Nerón se asocia a la tiranía y el despotismo, recordándosele por una serie de ejecuciones – entre ellas la de su propia madre y la de su hermanastro Británico – y por la creencia generalizada de que mientras Roma ardía él estaba componiendo con su lira, además de por ser un implacable perseguidor de los cristianos.

Endiosado en el poder y sumido en un despotismo delirante, Nerón cometió toda clase de atrocidades y extravagancias, tales como hacerse adular mientras actuaba en público como poeta, músico, bailarín y deportista; tal vez propició el incendio de Roma para reconstruirla a su gusto, acusando a los cristianos de ser los culpables, a los que persiguió con saña,; alagó al pueblo con espectáculos y regalos con los que llevó a la ruina el tesoro imperial y provocó la muerte de Popea, su mujer, haciéndola abortar de una patada durante un acceso de cólera.

Nerón nunca pudo olvidar a Popea – primero su amante y luego su mujer – e incluso se sintió atraído por un joven esclavo, de un extraordinario parecido con la difunta, al que él llamaba “mi Popeita”, haciéndole castrar y obligándole a vestirse como ella.

Pocas de las fuentes antiguas que han sobrevivido lo describen de manera favorable, aunque sí hay algunas que relatan su enorme popularidad entre el pueblo romano, seguramente por causa de sus dádivas.

Nerón logró recuperar el control militar del Imperio, pero esto fue utilizado en su contra por sus enemigos en Roma y por ello en junio de 68, el Senado votó a Galba como emperador y le declaró “enemigo público” utilizando para ello a la Guardia Pretoriana, que había sido sobornada.

Durante la conspiración que puso fin a su gobierno, su secretario Epafrodito le acompañó en la huida y al intentar suicidarse, le ayudó apuñalándole cuando un soldado romano se aproximaba para detenerle, “servicio” que pagó con su propia vida, pues el emperador Domiciano primero lo desterró y luego ordenó su ejecución, por no haber actuado para salvar la vida de Nerón.